- El objetivo es brindarles atención y apoyo integral
Rafael Pascual
El Sistema DIF de Benito Juárez anunció el inicio de un censo para identificar a personas adultas mayores en situación de mendicidad, con el objetivo de brindarles atención y apoyo integral. Se trata del primer registro oficial de este tipo en el municipio, a pesar de que este fenómeno ha sido visible durante años en diversas zonas de Cancún sin que existiera una política pública clara al respecto.
Marisol Sendo Rodríguez, directora del DIF municipal, explicó que el levantamiento incluirá dos categorías: personas mayores que mendigan por abandono o necesidad, y aquellas que lo hacen de forma forzada. Hasta ahora, dijo, no existe un padrón formal, aunque se tienen ubicadas entre tres y cuatro zonas donde este problema es evidente.
Entre los puntos señalados se encuentra Leona Vicario, donde una mujer en situación de calle ha rechazado ayuda institucional, así como la avenida La Luna, donde también se han detectado casos. “Algunos adultos mayores son nómadas, lo que dificulta su localización. Estamos trabajando para distinguir si lo hacen por necesidad o por coacción”, señaló.
En paralelo, se relanzó la campaña ciudadana “Abuelotón”, una iniciativa de acopio que busca reunir artículos esenciales como alimentos, medicinas, ropa y productos de limpieza para ser entregados en clubes, albergues y colonias prioritarias. En 2024 se recaudaron 24 000 artículos, y para 2025 la meta es duplicar esa cifra.
Esta acción forma parte de la estrategia municipal “Todos por la Paz”, impulsada por la presidenta Ana Paty Peralta. Las donaciones beneficiarán a más de mil adultos mayores de regiones como la 233, 235, 227 y 237, así como a quienes residen o son atendidos en instalaciones del DIF.
Actualmente, el albergue transitorio Grandes Corazones atiende a 12 personas adultas mayores en abandono, mientras que el centro Nohoch Nah brinda atención diaria a entre 10 y 20 usuarios más.
El abandono y la mendicidad en la vejez son problemas que Cancún arrastra desde hace décadas sin respuestas contundentes. Este censo es apenas un primer paso, pero exige continuidad, voluntad política y un verdadero compromiso de la sociedad para enfrentar un tema que ha sido ignorado por demasiado tiempo.
