- El caso más visible: el Aeropuerto Internacional de Cancún, concesionado a ASUR, cuyo dueño, Fernando Chico Pardo, acaba de ampliar su imperio aeroportuario y financiero
Rafael Pascual
Mientras el gobierno federal anuncia una inversión de más de 129 mil millones de pesos para modernizar aeropuertos rumbo al Mundial de Futbol 2026, algunos de los beneficiarios de estas obras son empresas propiedad de los hombres más ricos de México. El caso más visible: el Aeropuerto Internacional de Cancún, concesionado a ASUR, cuyo dueño, Fernando Chico Pardo, acaba de ampliar su imperio aeroportuario y financiero.

Chico Pardo, además de controlar ASUR, adquirió recientemente por 936 millones de dólares la participación de una filial de la brasileña Motiva, dueña de concesiones en 20 aeropuertos de Latinoamérica y el Caribe. También es accionista de Banamex, banco del que compró el 25% de las acciones tras la salida de Citigroup y actualmente preside el Consejo de Administración del grupo financiero.
A pesar de su inmenso patrimonio y de los beneficios que obtiene por operar terminales privadas, su empresa se beneficiará de remodelaciones financiadas con recursos públicos, lo que abre un debate sobre la prioridad de invertir en infraestructura que ya es rentable para el sector privado.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que 62 aeropuertos del país recibirán inversiones para aumentar su capacidad operativa, elevar los estándares de seguridad y mejorar la calidad del servicio. Entre ellos están Cancún, Puerto Vallarta, Tijuana, Mérida y Chihuahua. Otras terminales, como Puerto Escondido, Tepic, Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, recibirán obras que van desde la construcción de nuevas terminales hasta la rehabilitación de pistas y áreas de operación.
El gobierno argumenta que estas obras responden al crecimiento sostenido de la movilidad aérea, con aumentos de hasta 32% en tráfico en algunas terminales, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, hasta septiembre de 2025. Se espera que estas inversiones preparen al país para recibir a 5.5 millones de visitantes durante la Copa Mundial de la FIFA 2026.
Sin embargo, expertos y ciudadanos críticos cuestionan que los recursos del erario se destinen a modernizar instalaciones que ya generan grandes ingresos privados, mientras sectores como salud, educación y transporte público enfrentan recortes o déficit de inversión. La paradoja es evidente: los multimillonarios se benefician de dinero de todos los mexicanos para mejorar sus propios negocios.
“Con estas acciones, reafirmamos nuestro compromiso con un sector aeronáutico seguro, moderno y competitivo”, concluyó la SICT, sin abordar los cuestionamientos sobre la equidad y la transparencia en la asignación de recursos públicos.



