- Los comerciantes aseguran que estas semanas representan un repunte significativo en sus ventas, con altas expectativas de que la demanda crezca conforme se acerquen las fiestas
Rafael Pascual
Con el cierre del año acercándose, los puestos del Mercado 23 han comenzado a desplegar una explosión de colores, luces y mercancías festivas: desde árboles de Navidad, tanto sintéticos como naturales y ornamentos hasta luces decorativas, ropa, piñatas y amuletos de buena suerte. Esta oferta no es casual: los comerciantes aseguran que estas semanas representan un repunte significativo en sus ventas, con altas expectativas de que la demanda crezca conforme se acerquen las fiestas.

Según los vendedores consultados, las semanas previas a Navidad y Año Nuevo son las más intensas del año, ya que el mercado se convierte en un destino recurrente para quienes buscan decorar su hogar, preparar nacimientos, comprar regalos o adquirir objetos tradicionales para atraer buena suerte.

Desde su creación hace décadas, el Mercado 23 se ha consolidado como un centro de consumo popular en Cancún y un punto de encuentro para las familias locales. A lo largo de los años ha ofrecido de todo: abarrotes, frutas, carnes, ropa, artesanías, así como artículos religiosos y festivos. Esta diversidad ha permitido que el mercado se mantenga vigente, adaptándose a las necesidades de cada temporada.

Durante un recorrido por el lugar, varios locatarios comentaron que ya perciben un aumento notable en la afluencia de clientes. “Desde hace una semana empezamos a exhibir los pinos, las luces, los adornos… La gente ya viene con lista en mano: árbol, decoraciones, piñatas, ropa, veladoras… Muchos buscan también el Niño Dios para su pesebre”, relata una vendedora de artículos religiosos.



