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miércoles 14 mayo 2025

Rap bélico: música de guerra sin censura

En medio de la creciente censura y restricciones legales hacia los corridos tumbados y bélicos en diversas entidades del país, ha comenzado a tomar fuerza un nuevo subgénero musical que gira en torno a una narrativa distinta: el rap bélico. Este estilo emergente se caracteriza por exaltar a las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad, ofreciendo una alternativa a la apología del delito que ha sido atribuida a otros géneros.

Impulsado principalmente por artistas con vínculos directos con las instituciones de seguridad, el rap bélico ha comenzado a posicionarse en plataformas como Spotify y YouTube. Uno de sus principales exponentes es El Gorrix, un agente de la policía capitalina que ha convertido sus experiencias en servicio en letras que narran operativos y enfrentamientos, con un enfoque centrado en el deber, el orden y el combate al crimen.

Canciones como En Acción, interpretada por El Gorrix, Mc Razo y Jr Bélico, retratan acciones de la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y corporaciones policiales en zonas de conflicto. Las letras aluden a figuras reales como el “Marino Loco”, un elemento de la Marina reconocido por sus métodos poco convencionales en operativos contra grupos delictivos.

A diferencia de los corridos tumbados —que suelen glorificar a líderes criminales o narrar sus vidas de lujo, violencia y poder—, el rap bélico se enfoca en los esfuerzos de soldados, marinos y policías, reivindicando su papel en el combate al narcotráfico. La intención, según sus intérpretes, es generar respeto por las instituciones de seguridad sin caer en la exaltación del crimen.

El surgimiento de este subgénero musical coincide con decisiones tomadas en estados como Jalisco, Aguascalientes y Michoacán, donde gobiernos locales han prohibido la reproducción en vivo de música que pudiera hacer apología del delito. Esto ha derivado en un debate sobre la libertad de expresión y los límites del contenido artístico.

En ese contexto, el rap bélico se ha presentado como una vía que evita las sanciones legales al modificar el enfoque narrativo. Sin embargo, su ascenso no ha estado exento de críticas. Algunos analistas advierten que, aunque cambia el sujeto de exaltación, puede reforzar una cultura de violencia al normalizar el uso de la fuerza como única vía de resolución, o contribuir a la militarización simbólica de la sociedad.

“Es una nueva narrativa, pero no necesariamente una transformación en el fondo. El discurso sigue girando en torno al conflicto armado, la operación táctica y el combate. Lo que cambia es quién protagoniza la historia”, señaló en entrevista un especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

A pesar de las objeciones, el rap bélico continúa ganando adeptos entre públicos jóvenes, particularmente en zonas urbanas y comunidades cercanas a zonas de alta incidencia criminal. Para sus seguidores, representa una reivindicación del trabajo de policías y militares, muchas veces desestimado en la narrativa musical dominante.

Mientras el debate sobre su impacto se mantiene abierto, el fenómeno del rap bélico refleja las tensiones culturales que atraviesan a México, un país donde la música ha sido históricamente un reflejo —y a veces una reinterpretación— de su compleja relación con la violencia, la justicia y la institucionalidad.

Con esta nueva corriente, el escenario musical mexicano agrega una voz más al coro de géneros que, desde distintas trincheras, intentan representar la realidad del país. El tiempo dirá si el rap bélico se consolida como una alternativa legítima o si, por el contrario, reproduce las mismas dinámicas que dice combatir.

m@s información

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