- No obstante, persiste el uso masivo de envases contaminantes
Rafael Pascual
La eliminación de bolsas plásticas en supermercados de Cancún avanza como parte del cumplimiento de la legislación ambiental vigente en Quintana Roo; sin embargo, la medida ha generado cuestionamientos entre consumidores y especialistas, al considerar que se trata de una acción parcial e incongruente frente a la amplia presencia de productos envasados en plástico que continúan vendiéndose sin restricción.

Desde hace varios años, en el estado entró en vigor la Ley para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos, la cual prohíbe el uso y comercialización de plásticos de un solo uso, como bolsas, popotes y recipientes de unicel. No obstante, durante este tiempo muchos comercios mantuvieron bolsas de polietileno transparente en áreas como frutas, verduras y carnicería, argumentando razones de higiene o clasificándolas como empaques primarios.
El retiro reciente de estas bolsas en supermercados —como ha ocurrido en algunas tiendas de autoservicio— evidencia un endurecimiento en las políticas internas para cumplir con la normativa ambiental, aunque para muchos ciudadanos el esfuerzo resulta insuficiente. En los mismos anaqueles donde ya no se permite una bolsa plástica, siguen ofertándose refrescos embotellados, aceite en envases de plástico, frijol y otros productos empacados en materiales altamente contaminantes, lo que pone en entredicho el alcance real de estas acciones.

De acuerdo con la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), el incumplimiento a la legislación ambiental persiste en distintos establecimientos comerciales, motivo por el cual se han iniciado alrededor de mil 600 procedimientos administrativos contra supermercados y tiendas de conveniencia que aún expenden plásticos de un solo uso y productos de unicel.
El titular de la dependencia, Alfonso Fernández Lemmen Meyer, informó que cadenas como Chedraui, Walmart y Soriana, así como tiendas de conveniencia, farmacias y minisupers, cuentan con procedimientos abiertos y un plazo definido para retirar los productos prohibidos. De no hacerlo antes de que concluya el año, enfrentarán sanciones económicas que van de los 250 mil hasta el millón de pesos.
El funcionario precisó que se realizarán nuevas inspecciones para verificar que los artículos prohibidos desde 2020 ya no se encuentren en venta, particularmente aquellos de mayor impacto ambiental, como popotes, vasos, platos, charolas y recipientes de unicel. Las revisiones, dijo, se mantendrán de forma permanente, especialmente en zonas costeras y ecosistemas vulnerables.
Aunque algunas empresas han comenzado a adoptar prácticas más sostenibles y a promover el uso de bolsas reutilizables, la autoridad reconoció que el reto no se limita a los comercios. También llamó a la ciudadanía a reducir el consumo de plásticos desechables y evitar la compra de productos fabricados con polietileno expandido.
Mientras tanto, el retiro de bolsas en tiendas de Cancún abre un debate más amplio: si las políticas ambientales buscan realmente reducir la contaminación, o si se están enfocando únicamente en acciones visibles, pero limitadas, que dejan de lado el problema de fondo del consumo masivo de plásticos.



