- Poco a poco irá ganando adeptos entre los republicanos señalan internacionalistas
La posibilidad de que el magnate y ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump regrese a la escena política internacional más fuerte que nunca está viva, luego de las elecciones del pasado 8 de noviembre, cuando estuvieron en juego la totalidad de los distritos uninominales que componen la Casa de Representantes, la tercera parte del Senado, así como distintas gubernaturas estatales.
A una semana de distancia, los resultados reflejan una ventaja, aunque estrecha en algunos casos, para el Partido Republicano, identificado tradicionalmente como un instituto político conservador, señalan especialistas.
No obstante, y como sucede en cualquier elección analistas políticos advirtieron que es necesario realizar una reflexión detenida que nos permita entender los resultados en su justa dimensión.
En ese sentido, el analista político e internacionalista Raúl Alberto Vargas de la UNAM advirtió que es importante dejar como punto principal, la aparente victoria del Partido Republicano, pero no se puede hablar de la “marea roja” que se pronosticaba.
“Los republicanos se apuntaron antes de los comicios un triunfo que más que otra cosa, marcó el regreso de Donald Trump, a la escena política del país más poderoso del mundo”, destacó.
En tal sentido, el papel que desempeñó el ex presidente Donald Trump y la posición que ocupa ahora tiene mayor claridad de los resultados obtenidos trasladándolos hacia un escenario de mayor previsión pro republica impositiva.
Por un lado, se puede afirmar que el otrora mandatario como figura política y aspirante a ocupar la Casa Blanca nuevamente en 2024, parece haber perdido fuerza: muchos de los candidatos que acompañó en el proceso no resultaron ganadores.
Algunos especialistas consultados al respecto detallaron que es preocupante, que amplios sectores sociales comparten las posturas reaccionarias trumpistas, en temas como libertades individuales o manejo de la pandemia, que figuraron en la agenda del ex presidente durante su Gobierno.
No obstante, algunas voces insisten en que el magnate neoyorkino aparentemente, Donald Trump, perdió fuerza al interior del Partido Republicano, su agenda política, social y económica parece estar recuperándola después de su derrota en los comicios de 2020, cuando el Partido Demócrata, abanderado por Joe Biden, se erigió con la victoria presidencial. Una señal que pronto se leyó como el fin del trumpismo.
En segundo término, la lección que interesa respecto al futuro político de Donald Trump es que en su mismo partido emergió una figura con posibilidades reales de disputarle la candidatura republicana a la presidencia, a Ron DeSantis, quien gobierna el conservador estado de Florida desde 2019.
Otras voces aseguran que la atención recaerá en la disputa entre estas dos figuras.
Además, no podemos descartar alguna acción radical, propia de Donald Trump, quien durante la jornada de votación presidencial puso siempre en duda la legitimidad del sistema electoral estadounidense, y quien, incluso, promovió el llamado asalto al Capitolio, para evitar la calificación de la elección en su contra.
Lo cierto es que el futuro de la principal democracia del mundo es incierto, señala el internacionalista Adam Stutgart. El Independiente
