- Los trabajadores acusan a la empresa de actuar con desprecio por la Ley Federal del Trabajo y de aplicar prácticas propias de un régimen autoritario para impedir la organización obrera
Rafael Pascual
Este jueves, trabajadores sindicalizados de Aguakan, afiliados a la CROC, realizaron una protesta simbólica en varias plantas de tratamiento para denunciar despidos masivos, hostigamiento laboral y represión sindical por parte de la empresa concesionaria del agua potable en Cancún.
Durante la manifestación, que no interrumpió la operación de las instalaciones —excepto por una suspensión temporal en el llenado de pipas—, los inconformes exigieron tres medidas urgentes: la reinstalación de más de 200 empleados despedidos y el pago de salarios caídos; la destitución de dos funcionarios señalados por actos represivos; y el respeto pleno a la libertad sindical y al contrato colectivo que, aseguran, ya está legalmente en manos de la CROC.
“El contrato colectivo ya está en manos de la CROC, pero Aguakan sigue impidiendo su operación normal. No permiten el ingreso de nuestros delegados sindicales ni el ejercicio de sus funciones. Eso es ilegal y representa una violación directa a la libertad de asociación”, denunció el abogado Wilberth Sulub, representante del sindicato, durante una entrevista en la planta ubicada en la Región 237.
Los trabajadores acusan a la empresa de actuar con desprecio por la Ley Federal del Trabajo y de aplicar prácticas propias de un régimen autoritario para impedir la organización obrera. Entre sus denuncias, señalan la intervención directa de la licenciada Gabriela Hernández y del ingeniero Tomás García, a quienes responsabilizan de violar el Artículo 133, fracciones IV y V, que prohíben a los empleadores intervenir en la vida sindical o ejercer represalias por motivos gremiales.
Carteles con mensajes como “¡Respeto al contrato colectivo!” y “¡Reinstalación ya!” fueron colocados en las inmediaciones de las plantas y en los vehículos de los manifestantes.
Mario Machuca Sánchez, dirigente de la CROC en Cancún, expresó su respaldo total a los trabajadores sindicalizados y advirtió que mantendrán la presión pública hasta obtener una respuesta formal y satisfactoria por parte de Aguakan.
“No es solo un conflicto laboral, es una lucha por la dignidad y los derechos de la clase trabajadora”, afirmó.
