- El ataque ocurrió en el contexto de un episodio de violencia familiar. Tras herirla gravemente, el agresor intentó atentar contra su propia vida
Rafael Pascual
A las 00:10 de la madrugada el silencio en la calle Piscis, en la Supermanzana 41 de Cancún, fue interrumpido por gritos, golpes y el llanto desconsolado de dos menores. Dentro de una recámara, Sonia, de 35 años, era víctima de una agresión letal por parte de su esposo, un ex elemento de la Guardia Nacional.
El ataque ocurrió en el contexto de un episodio de violencia familiar. Tras herirla gravemente, el agresor intentó atentar contra su propia vida. El hecho sucedió frente a los hijos de la pareja, de apenas 5 y 12 años, quienes quedaron marcados por una escena profundamente traumática.
La madre de Sonia llegó momentos después, cuando ya era demasiado tarde. Encontró a su hija en el suelo, sin signos vitales, con una lesión mortal en el cuello. Paramédicos que acudieron al sitio confirmaron su fallecimiento.
Elementos de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito activaron los protocolos correspondientes. Los menores fueron puestos bajo resguardo del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVIG), que también brindó atención psicológica y asesoría legal a los familiares.
Sonia trabajaba en La Casa de los Abuelos. Hoy, sus hijos están lejos de casa, bajo protección institucional. La Fiscalía General del Estado ya clasificó el caso como feminicidio y abrió una carpeta de investigación. El presunto responsable fue detenido en el lugar.
Sonia no volverá. Su nombre es uno más en la estadística. Detrás de cada cifra hay una historia, una madre, una hija, una vida que fue arrebatada.
“Este crimen duele, indigna y exige justicia. No podemos normalizar la violencia. Ni una más”, consignan en redes sociales grupos colectivos de mujeres en Cancún.