Rafael Pascual
La renuncia de Mónica Sanjuan Ruiz como directora del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavig) de Cancún, ocurrida en días recientes, ha encendido las alertas sobre la presión interna que se vive dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal, tras la llegada del nuevo titular, Jaime Padilla Barrientos.
Sanjuan Ruiz, maestra en Género, Derecho y Proceso Penal, asumió el cargo apenas el 21 de marzo en sustitución de Adela Jiménez Izquierdo, quien también dejó el puesto en medio de fuertes cuestionamientos. Es la segunda titular del Geavig que queda fuera en menos de cuatro meses.
La salida se da en un contexto particularmente sensible: durante el fin de semana Cancún fue escenario de protestas por los recientes feminicidios, incluido el de una niña de 10 años, lo que ha puesto en la mira la atención institucional hacia la violencia de género.
En lo inmediato, la coordinación del Geavig quedó a cargo de Viviana Azueta Cruz como encargada de despacho, en tanto se nombra a una nueva persona titular. La Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que realizará un proceso de evaluación para seleccionar el perfil que mejor se adecúe al cargo, y aseguró que la atención a víctimas se mantendrá sin interrupciones.
Por su parte, la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Paty Peralta, declaró que ya se trabaja en la búsqueda de un perfil idóneo y se comprometió a reforzar la operación del Geavig. “Vamos a reforzar, es muy importante seguir mejorando”, señaló.
El nuevo secretario de Seguridad, Jaime Padilla Barrientos, confirmó que se analizan al menos siete perfiles para ocupar no sólo la dirección del Geavig, sino también otras áreas clave como la Policía Turística y la Preventiva, que permanecen acéfalas desde la salida del anterior mando.
El Geavig es una unidad fundamental para atender a mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia. Brinda acompañamiento psicológico y legal, canaliza a refugios temporales y coordina acciones con otras instancias para la activación de protocolos de protección. En los últimos años ha sido reconocido por su participación en rescates, atención a víctimas y acciones preventivas en comunidades.
La crisis actual en su dirección pone en entredicho la estabilidad operativa del grupo y revela tensiones al interior de la corporación en un momento crítico para la seguridad de mujeres y niñas en Cancún.