- Los edificios afectados, de hasta ocho niveles y cerca de 20 departamentos por torre, siguen habitados por decenas de familias, a pesar del riesgo latente de colapso
Rafael Pascual
Al menos 14 edificios del fraccionamiento Corales, ubicado en la Región 77 de Cancún, se encuentran en riesgo estructural, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas preventivas por parte de las autoridades ni de los propios vecinos, advirtió la presidenta del Colegio de Ingenieros Civiles de Cancún, Cecilia Hubbard Carmona.
De acuerdo con los estudios técnicos realizados por el Colegio, dos de los edificios presentan un estado crítico, con daños que podrían comprometer su estabilidad y poner en peligro la vida de decenas de familias que aún los habitan. El resto de las edificaciones también requieren una evaluación profunda, incluyendo análisis especializados como la extracción de núcleos de concreto para determinar la resistencia real de sus estructuras.
Uno de los inmuebles más afectados ya sufrió el colapso parcial de sus escaleras hace unos meses, sin que ello motivara una intervención efectiva por parte de las autoridades. Pese a la gravedad del hecho, la respuesta institucional ha sido nula, mientras que entre los vecinos persiste la apatía y conflictos internos relacionados con la ocupación irregular de varios departamentos.
“Es cierto que algunos de estos inmuebles han sido invadidos y no todos los habitantes son propietarios originales, pero la seguridad debe estar por encima de cualquier situación legal o vecinal”, enfatizó la ingeniera Hubbard.
La especialista señaló que el Colegio de Ingenieros Civiles está dispuesto a colaborar con laboratorios certificados para llevar a cabo los estudios técnicos necesarios, incluso como parte de un programa de servicio social. No obstante, es indispensable que exista una solicitud formal conjunta entre autoridades y vecinos para dar inicio al proceso.
Los edificios afectados, de hasta ocho niveles y cerca de 20 departamentos por torre, siguen habitados por decenas de familias, a pesar del riesgo latente de colapso. La falta de mantenimiento, el deterioro estructural progresivo y la inacción de los responsables agravan una situación que, de no atenderse a tiempo, podría convertirse en una tragedia anunciada.