- La colonia permanece en pie de lucha, decidida a defender sus tierras y a exigir que se frene lo que consideran un fraude inmobiliario que amenaza a miles de familias en Quintana Roo
Rafael Pascual
La tensión en la colonia “Chiapas Siglo XXI”, mejor conocida como la Colonia Chiapaneca, alcanzó su punto más alto este 14 de agosto, cuando sus habitantes se congregaron para impedir un desalojo ordenado judicialmente a favor del ejido Alfredo V. Bonfil.
Los vecinos —que hace 25 años compraron 200 hectáreas por un monto de 10 millones de pesos al propio ejido— denuncian que pese a contar con cesiones de derechos, permisos de lotificación y cédula catastral, el núcleo ejidal desconoció la transacción y desde hace años busca expulsarlos, recurriendo a amenazas, destrucción de viviendas y hostigamiento.
“Pagamos cada metro con sacrificio, metimos calles, maquinaria y material; ahora vienen a decir que les robamos. Lo que siembran es miedo, no maíz”, reclamó Andrés Castillejos, representante de la colonia, quien acusa que más del 70% del predio ha sido revendido ilegalmente.
Los colonos aseguran que han sido agredidos físicamente, les han quemado palapas, dañado vehículos y pinchado llantas. Además denuncian que el ejido actúa como empresa inmobiliaria que revende tierras de uso común, poniendo en riesgo a otras colonias como Valle Verde, Generación 200, Porvenir, Milagro, México, Avante y Tres Reyes.
El proceso judicial se respalda en el artículo 432 del Código Federal de Procedimientos Civiles, que faculta a la autoridad a romper cerraduras para ejecutar la sentencia. Sin embargo, los habitantes argumentan que tienen más de 20 años de posesión, por lo que la propiedad les corresponde por ocupación.
Los pobladores criticaron la falta de intervención de las autoridades, pues afirman que solo acuden cuando hay elecciones; “ahora guardan silencio”, reclamaron.
Ante la movilización masiva de este jueves en donde los pobladores estaban preparados con palos y machetes en mano, el desalojo fue detenido. La colonia permanece en pie de lucha, decidida a defender sus tierras y a exigir que se frene lo que consideran un fraude inmobiliario que amenaza a miles de familias en Quintana Roo.