- La Secretaría de Turismo de Quintana Roo ya inició el proceso de acreditación ante la FIFA para que algunos complejos sean considerados como “campos base”. La normativa establece que estos deben ubicarse a no más de una hora por tierra del Aeropuerto Internacional de Cancún
Rafael Pascual
A menos de un año de que arranque el Mundial de la FIFA 2026, el Caribe Mexicano se mueve para convertirse en un punto estratégico de concentración para selecciones nacionales. Varios hoteles de Cancún y la Riviera Maya analizan la construcción y adecuación de campos de fútbol con la mira puesta en captar la derrama económica y mediática que genera alojar a un equipo mundialista, junto con su cuerpo técnico, personal de apoyo y familiares.
La Secretaría de Turismo de Quintana Roo ya inició el proceso de acreditación ante la FIFA para que algunos complejos sean considerados como “campos base”. La normativa establece que estos deben ubicarse a no más de una hora por tierra del Aeropuerto Internacional de Cancún. Este requisito coloca al destino en ventaja, ya que el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) es el único organismo en México vinculado a las 16 ciudades sede de la justa mundialista.
Además, la conectividad aérea juega un papel clave. Los vuelos desde Cancún hacia las ciudades sede cumplen con la condición de no exceder las tres horas y media de trayecto, tanto hacia México, Guadalajara y Monterrey —que albergarán 12 partidos—, como hacia Houston, Nueva York, Filadelfia, Atlanta, Kansas y Dallas.
Entre los hoteles que han mostrado interés en ser evaluados por la FIFA se encuentran Iberostar, Mayakoba, Moon Palace, Xcaret y Bahía Príncipe, aunque este último enfrenta la desventaja de ubicarse a una hora con veinte minutos del aeropuerto. El destino competirá con propuestas como Pachuca, que destaca por su infraestructura deportiva, aunque Cancún y la Riviera Maya apuestan a su atractivo recreativo y su capacidad hotelera de primer nivel.
La carrera por convertirse en campo base ya comenzó, y Quintana Roo busca no solo recibir a las selecciones mundialistas en 2026, sino también consolidarse como un destino deportivo de talla internacional en el futuro.