- Según datos de la ANQR, en los últimos meses se ha registrado un incremento del 15 al 20% en el tránsito de embarcaciones y muchas de ellas no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad
Rafael Pascual
El reciente accidente de una moto acuática que operaba sin permisos en la laguna Nichupté ha vuelto a poner en evidencia un problema que persiste desde hace años: el aumento de embarcaciones que circulan sin regulación ni control.
La Asociación de Náuticos de Quintana Roo (ANQR) informó que colabora con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) para desarrollar un sistema de identificación digital que permita diferenciar las unidades con permisos vigentes de aquellas que operan de manera irregular.
“Durante nuestra asamblea mensual abordamos con las autoridades de la CONANP la necesidad de implementar medidas efectivas para controlar la navegación en la laguna”, señaló Francisco Fernández Millán, presidente de la ANQR.
Según datos de la asociación, en los últimos meses se ha registrado un incremento del 15 al 20% en el tránsito de embarcaciones, muchas de las cuales no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad ni con la normatividad ambiental vigente.
La propuesta en desarrollo contempla el uso de chips o códigos QR que permitirían identificar a distancia las embarcaciones, registrando datos como matrícula, permisos de operación y pólizas de seguro. Las embarcaciones que no cuenten con esta tecnología ni con permisos podrían ser catalogadas como irregulares, especialmente si transportan turistas sin autorización.
No obstante, Fernández Millán aclaró que también existen embarcaciones particulares, legales pero desinformadas, cuyos propietarios desconocen las normas de navegación y protección ambiental. Por ello, se promoverán cursos de capacitación para propietarios de embarcaciones privadas, con el objetivo de instruir sobre reglas de operación, cuidado del ecosistema y zonas de acceso restringido.
El proyecto busca garantizar que las actividades náuticas en la laguna Nichupté y sus alrededores se realicen de manera segura, ordenada y responsable, protegiendo el turismo sustentable y el equilibrio ecológico de la región.