- Pérdida de corales y contaminación elevan la alerta ambiental
Rafael Pascual
Quintana Roo atraviesa uno de sus momentos más críticos en materia ambiental, con ecosistemas marinos al borde del colapso debido al crecimiento urbano acelerado, la mala gestión de aguas residuales y el impacto del calentamiento global. Autoridades federales advierten que la capacidad de carga del territorio prácticamente ha sido rebasada.

María del Carmen García Rivas, directora general de Conservación en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explicó que el desarrollo sin planeación en zonas costeras altamente frágiles ha intensificado la presión sobre el manto freático, los arrecifes y las lagunas.
El panorama se agravó en 2025, cuando el incremento atípico en la temperatura del mar provocó la pérdida de cerca del 70% de los corales en el norte del estado, con un daño especialmente severo en el coral cuerno de alce. A ello se suma la sobrecarga de nutrientes derivada de un deficiente manejo de aguas residuales, uno de los factores que más acelera el deterioro marino.
García Rivas subrayó que antes de impulsar nuevas obras de gran escala, es indispensable resolver la gestión de las aguas residuales, pues su mala disposición continúa afectando directamente mares y humedales.
Aunque ya se promueven modelos de turismo regenerativo y otras estrategias de conservación, la especialista insistió en que la restauración sólo será posible si las acciones son inmediatas, coordinadas y basadas en evidencia científica.
Aun con el escenario adverso, se mostró optimista: parte del daño aún podría revertirse, siempre que se priorice la salud de los ecosistemas sobre el crecimiento descontrolado.





