- Tras gestión del gobierno del estado, se ordena el retiro inmediato
Rafael Pascual
Una intervención nocturna realizada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en el bulevar Luis Donaldo Colosio provocó este viernes uno de los mayores colapsos viales del año en Cancún, afectando a miles de automovilistas y a la operación del principal corredor que conecta con el Aeropuerto Internacional, la Zona Hotelera y la Riviera Maya.
La colocación de reductores de velocidad —instalados sin previo aviso, sin señalización adecuada y sin estudios visibles de impacto vehicular— desató congestionamientos kilométricos desde primeras horas del día.
La obra fue ejecutada por la Supervisión de Obras de la SICT, encabezada nacionalmente por Jesús Esteva Medina, y operada en el estado por el Centro SICT Quintana Roo, dirigido por Guido Mendiburu Solís junto al subsecretario de Infraestructura Juan Carlos Fuentes Orrala.
Reductores sin sustento técnico y efectos adversos
Los llamados “vibradores”, que en teoría buscan mejorar la seguridad vial, generaron el efecto contrario: frenadas bruscas, riesgo de colisiones y un flujo vehicular que avanzó a vuelta de rueda por horas.
Entre los puntos más afectados se reportaron: Villas Magna, La Fonda Argentina, Retorno San Johns, Campestre, Motel Play y la intersección con avenida Kabah.
Turistas, trabajadores, estudiantes y residentes quedaron atrapados en el embotellamiento, lo que derivó en pérdida de vuelos, retrasos laborales y un profundo malestar social.
Un pavimento cuestionado desde la modernización
A los problemas generados por la instalación de los reductores se suma el reclamo persistente sobre el pavimento colocado durante la modernización federal del bulevar. Automovilistas y transportistas lo describen como “extremadamente resbaloso”, especialmente durante la lluvia, y lo señalan como responsable de varios accidentes, incluidos percances fatales.
En múltiples ocasiones, los conductores han advertido que el material carece del agarre adecuado, y ahora —con los nuevos reductores mal distribuidos— incrementa el riesgo en una de las avenidas más transitadas del sureste del país.
Reacción del gobierno municipal y presión ciudadana
Tras el estallido del caos, y de acuerdo con versiones extraoficiales, el Ayuntamiento de Benito Juárez —presidido por Ana Paty Peralta de la Peña— notificó de manera urgente al Gobierno del Estado sobre la situación, solicitando su intervención ante los trabajos realizados por funcionarios federales.
En redes sociales, cientos de usuarios compartieron videos y fotografías que evidenciaron filas kilométricas y la falta de lógica en la intervención vial.
Ante ello, la gobernadora del Estado, Mara Lezama emitió un comunicado en donde explicó que solicitó a la SICT el retiro de esos reductores de velocidad y de paso, anunció que durante los primeros meses del próximo año, dicho bulevar que ha sido escenario de múltiples accidentes, varios de ellos con pérdidas humanas, será reencarpetado con chapopote.
