Persisten en búsqueda de yate

por Redaccion
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Por Esto/Fernando Morcillo

Luis Spaciano, padre de Renzo, uno de los cuatro tripulantes del MOI Guadalupe, mantiene las esperanzas para que pronto sea encontrada la embarcación y rescatada la gente que desde el pasado 28 de septiembre desaparecieron a unas 130 millas náuticas de Cozumel.

Para ello, apuntó que es necesaria la ayuda de Estados Unidos toda vez que tienen la tecnología y el acceso a los satélites para rastrear a este yate de 83 pies de eslora y bandera panameña que, como se recordará salió el pasado 11 de septiembre con rumbo a la isla de Haití donde entregaron ayuda humanitaria.

“Yo lo único que quiero es encontrarlo, no tengo más lágrimas, ya mi cabeza me juega malas pasadas de estar tan cansado, pero tengo la fe intacta y sé que están bien, y los tenemos que encontrar”, expresó.

Desde que se perdió contacto con la embarcación hay una intensa búsqueda tanto de parte de las autoridades marítimo-navales, como de los familiares y amigos de los tripulantes.

Luis Spaciano, de entrada agradeció al gobernador quintanarroense, Carlos Joaquín González, pues fue por sus gestiones a la Secretaría de Marina que inició la búsqueda con un buque y un avión. “Y tienen un avión nuevo rastreando la zona, no sabemos cuál no dan informes, sólo si hay novedad”, dijo.

Además, la empresa Yacht Club, propietaria del MOIU Guadalupe, también ha gastado infinidad de recursos para dar con ésta. “Patrocina vuelos privados y de esa forma particular sobrevolamos lo que podemos”. Son tres vuelos diarios que ha costeado la empresa y, reconoció Luis Spaciano, “los recursos se agotan”.

Por ello, buscan más ayuda de la gente, pero para evitar que otros puedan lucrar con esto y ofrezcan cuentas que no son, se creará una sola para difundir y quien quiera aportar lo haga. También la cancillería argentina ha apoyado de diversas formas, dijo. Ahora, se concentran en Estados Unidos a efecto de que la Guardia Costera, o la Armada apoyen y, sobre todo, faciliten la tecnología satelital para ver las fotografías, a dónde se fueron.

“En el barco hay un Iphone, que si está apagado se puede rastrear, la tecnología la tiene Estados Unidos, y la cancillería trata ahí, pero es muy lento, y el tiempo apremia; no sabemos si flotan, si estaban en balsa, no sabemos absolutamente nada”. De hecho, reveló que cuando el spot posicionador, un aparato que emite cada 20 minutos la señal para ubicar su posición, se apagó, marcaron al teléfono satelital en varias ocasiones, pero no contestaron.

“No lo atendió nadie y ahí perdimos toda comunicación”. “Yo sobrevuelo a todos lados, subo al avión y rastreo, y no encuentro ni la nave; las condiciones del clima nos ayudan, ocho, nueve días que está tranquilo el mar, planchado, no hay viento, ni tormentas, sólo lluvias aisladas que no interfieren. Estaba apto para soportar tormentas, navega bien, y si hubiese hundimiento, tendría que haber restos porque es un barco grande y tenían opciones de salvataje en el barco”.

También aclaró que el MOI Guadalupe salió en perfectas condiciones toda vez que se hicieron las revisiones por parte de la Marina. “Es más, llevaban más cosas de las que pedían; tenía bote salvavidas, un kayak y el equipo”. Tras cinco días en Haití, donde finalmente les permitieron bajar la ayuda, permanecieron un día más para que los dejaran salir y partieron a Jamaica a cargar combustible porque ahí no tenían para cargar.

En Jamaica, en Montego Bay, había toque de queda (por los temas de la pandemia) y fue cuando tuvieron contacto con Tristán García Alvarado, propietario de un velero que los apoyó con víveres, agua y combustible para que pudieran volver a México.

“Estamos en un punto de desesperación por la vida de ellos, y yo por la vida de mi hijo”. Renzo Spaciano, de 20 años, que decidió viajar a Haití porque sabía que esa gente no tenía nada, como explicó a su padre antes de partir. Los otros tres tripulantes son Carlos Juárez, de 45 años, nacionalidad argentino-estadounidense; Denis Manuel Fernández Diaz, de 47 años. capitán náutico de nacionalidad cubana; y Martin Vega Argaez, de 42 años.

“Necesitamos ayuda de los Estados Unidos, tienen los satélites, o una empresa que se especialice en búsqueda, estoy desesperado, vuelo continuamente”, concluyó Luis Spaciano, “salgo en un bote a remo si es necesario”.

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