Demanda de fentanilo, “intocable” en EU

por Redaccion
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Sobre el tráfico de fentanilo, los agentes antidrogas estadounidenses señalan que “ha sido casi imposible” detener el tráfico de esta droga

Diario El Independiente/Martha Aguilar

Tres cuartos de millón de estadounidenses han muerto por sobredosis de fentanilo, los costos se calculan en 1,5 billones de dólares tan solo en 2020. En febrero de este año, un informe del Congreso advirtió que el progreso contra el consumo del fentanilo solo se logrará combinando la aplicación de la ley con una reducción de la demanda en Estados Unidos. El problema, es que la demanda “es intocable” en este país.

El aumento de la disposición de fentanilo en el mercado de drogas se dio a partir de que la Administración de Control de Drogas tomara medidas contra los excesos de la industria de opioides de Estados Unidos. Millones de adictos brotaron por todos lados debido al consumo de pastillas para el dolor, mismas que comenzaron a escasear al igual que las recetas médicas falsas. Sin embargo, el vacío, lo ocuparon los carteles mexicanos, pues los consumidores estadounidenses pasaron de las drogas vegetales a las químicas producidas en laboratorios clandestinos. El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, y la facilidad para compactarlo lo hace más fácil de contrabandear.

Una investigación del Washington Post titulada “De los laboratorios mexicanos a las calles de Estados Unidos, un oleoducto letal” explica cómo la crisis por el consumo de fentanilo se tradujo en miles de muertes, pues coincidieron el aumento de la oferta de la sustancia en el mercado y la incapacidad del gobierno estadounidense para detener esta epidemia de opioides sintéticos. Al comparar el fentanilo con otros opioides resulta que un miligramo de fentanilo tiene la misma potencia que 50 miligramos de heroína, o 67 miligramos de oxicodona y 100 miligramos de morfina. De acuerdo al WPost, en la medida que el tráfico de fentanilo aumentó, la cooperación antinarcóticos de Estados Unidos con México se deterioró, y desde julio del presente, las autoridades estadounidenses están más que rebasadas pues el volumen de fentanilo incautado que cruza la frontera con México se duplicó desde principios de año. Los funcionarios del vecino país se han tardado en reaccionar, y la DEA solo atina a apuntar directamente a los carteles para controlar la epidemia, según su punto de vista.

Según la DEA, los carteles mexicanos desplazaron a China como la principal fuente de la droga y lograron operar a una escala mucho mayor generando un “boom” en el mercado. Solo para comparar los procesos: la amapola tarda meses en la cosecha y en el proceso, el fentanilo se fabrica en cuestión de días en un laboratorio clandestino con los químicos bastante accesibles. La incautación de estos químicos es difícil pues buena parte de ellos se utilizan para fabricar productos como medicamentos, pesticidas y hasta jabón. Ahora, para pasar la droga por la frontera hacia Estados Unidos, los carteles utilizan el sistema interestatal del vecino país: cruzan por Arizona y California y de ahí van a surtir los mercados mayoristas de Los Ángeles, Las Vegas, Chicago y las ciudades de la costa este (como Nueva York) donde los “dealers” toman el control en las calles.

Aumenta la demanda.

Los funcionarios de Salud de Estados Unidos no cuentan con datos confiables actualizados sobre el número de adictos o de las muertes ocasionadas por el consumo de esta droga, esto se debe a que los programas de monitoreo que podrían haber alertado a las autoridades sobre el incremento del flujo de fentanilo, no recibieron apoyo financiero del gobierno federal, y esto pasó justo cuando la droga estaba inundando las calles de los Estados Unidos, indica el Post. Desde principios de la década de 2000, se dieron tres olas de consumo de opioides: primero, por los analgésicos recetados; segundo, por el consumo de la heroína y tercero por el consumo de fentanilo el cual ha cobrado la vida de casi tres cuartos de millón de estadounidenses. En cuanto al daño a las comunidades, el costo fue de 1,5 billones de dólares tan solo en 2020, según un análisis del Congreso.

Sobre el tráfico de fentanilo, los agentes antidrogas estadounidenses señalan que “ha sido casi imposible” detener el tráfico de esta droga pues las autoridades fronterizas solo pueden examinar una pequeña parte de los más de 219 000 vehículos que cruzan desde México todos los días. Los agentes calculan que incautan entre el 5 y 10 por ciento de las drogas provenientes de México, si es que les va bien. En este sentido, las agencias policiales del vecino país aseguran que están por alcanzar la cifra de 23 mil libras de fentanilo incautado en este año, frente a las 4 mil registradas en 2018, según el análisis del Post sobre los últimos datos oficiales. Se proyecta también que el número de tabletas de fentanilo incautadas alcance los 35 millones frente a las 289 mil en 2018, y eso que se trata del 5 o 10 por ciento de la droga decomisada, lo demás inunda el mercado de consumo más grande del mundo, entrando “por la libre” en los puntos de cruce.

Los errores en la cooperación.

Donald Trump prometió que el muro fronterizo pararía el contrabando de drogas, y nunca fue así. Casi todo el fentanilo ingresa a Estados Unidos por los cruces fronterizos oficiales, no a través de desiertos y montañas. Las administraciones del país no mejoraron la tecnología para detectar los embarques. Además, el incremento del fentanilo se disparó por la ruptura en la asociación entre Estados Unidos y México; después de asumir la presidencia, López Obrador rechazó los acuerdos de seguridad que habían sustentado la cooperación antidrogas durante una década (Iniciativa Mérida) diciendo que este enfoque intensificó la violencia en México. Y para empeorar las cosas, Anne Milgram, administradora de la DEA señaló que “México necesita hacer más. Creemos que pueden hacer más…es de vital importancia que México trabaje en estos temas tan incansablemente como nosotros”, dijo. En febrero de este año, un informe del Congreso señaló que el progreso contra el fentanilo solo se lograría combinando la aplicación de la ley con una reducción de la demanda en Estados Unidos: El problema es que la demanda es “intocable”.

Muertes masivas

Muchos usuarios no tienen la menor idea de que los traficantes de drogas en Estados Unidos aumentan la potencia de las drogas con el fentanilo con el fin de enganchar clientes, de ahí que los usuarios novatos corren el riesgo de sufrir una dosis letal. Y la innovación también aplica en las drogas, los carteles están produciendo píldoras de oxicodona, disfrazadas de lo que una vez fueron las píldoras para el dolor, unas tabletas color azul (azul bebé dice el Post) claro de 30 miligramos de Mallinckrodt Pharmaceuticals conocidas como blues o M-30s, muy cotizadas en el mercado. Las tabletas “arcoíris” son incautadas en las calles y en la frontera en los últimos meses, sobre los colores se piensa que es para indicar que tienen fentanilo, otros señalan que los colores son para atraer a los menores pues parecen “dulces”. Es así que, las pastillas han pegado en los jóvenes a una velocidad preocupante. En 2020, las tasas de mortalidad por sobredosis aumentaron 44% para las personas negras y un 38% para los blancos, y lo malo es que cuando la policía busca a los “dealers” que suministran la droga, la tarea se convierte en todo un “desafío” pues los distribuidores callejeros se desvanecen y no hay a quien responsabilizar por la muerte de los clientes.

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