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miércoles 1 octubre 2025

Cortan flujo de armas a narcos

México y Estados Unidos han puesto en marcha la Misión Cortafuegos: Iniciativa Unidos contra el Tráfico de Armas, un acuerdo binacional que busca detener el flujo de armas ilícitas que cruza la frontera norte hacia territorio mexicano y que se ha convertido en uno de los principales motores de violencia para los cárteles.

El anuncio se dio tras la primera reunión del Grupo de Implementación de Seguridad México-Estados Unidos, celebrada en McAllen, Texas, donde participaron representantes de seis agencias estadounidenses y sus contrapartes mexicanas.

La iniciativa fue presentada como un nuevo capítulo en la cooperación en materia de seguridad, sustentado en principios de reciprocidad, respeto a la soberanía y confianza mutua.

La llamada “Operación Cortafuegos” responde a un diagnóstico compartido: mientras México enfrenta diariamente la violencia provocada por las organizaciones criminales, la mayor parte de las armas con las que éstas se fortalecen provienen de Estados Unidos, donde son adquiridas legalmente y luego introducidas de manera ilegal al país.

El tráfico de fusiles de asalto, armas cortas y rifles de alto poder ha sido un factor decisivo en la expansión de los cárteles, particularmente en estados como Guanajuato, Jalisco, Sinaloa, Michoacán y Tamaulipas.

TECNOLOGÍA Y COOPERACIÓN INÉDITA

De acuerdo con el Departamento de Estado, la misión contempla una serie de herramientas y acciones concretas:

La expansión del uso del sistema eTrace en los 32 estados mexicanos, lo que permitirá rastrear armas recuperadas en escenas del crimen hasta su punto de venta original en Estados Unidos.

La implementación de tecnología de imágenes balísticas para fortalecer investigaciones periciales.

La creación de plataformas seguras de intercambio de información en tiempo real entre autoridades de ambos países.

Refuerzo de las inspecciones bilaterales en la frontera, con énfasis en carreteras, cruces oficiales y rutas aéreas.

Además, a petición del gobierno mexicano, Estados Unidos desarrolló por primera vez una plataforma digital para compartir inteligencia sobre paquetes y envíos aéreos sospechosos, con el objetivo de interceptar drogas, armas, precursores químicos y combustibles ilícitos antes de que lleguen a las redes criminales.

Otro de los acuerdos alcanzados es la creación de un grupo de trabajo bilateral sobre financiamiento ilícito y decomiso de activos, con el propósito de cortar las fuentes de ingreso de las organizaciones delictivas.

Este frente busca atacar la base económica de los cárteles, privándolos de los recursos con los que corrompen instituciones y expanden sus operaciones.

MÁS ALLÁ DEL TRÁFICO DE ARMAS

Si bien la prioridad de la Operación Cortafuegos es el flujo de armas, el Grupo de Implementación de Seguridad anunció que también coordinará esfuerzos en torno a amenazas más amplias: el contrabando de fentanilo, la seguridad fronteriza, la lucha contra el robo de combustibles y el combate al financiamiento ilícito internacional.

El encuentro en Texas fue interpretado como una señal clara de la voluntad política compartida entre la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el presidente estadounidense Donald Trump de construir una estrategia regional que ataque simultáneamente a las estructuras criminales y a las cadenas de suministro que las fortalecen.

Los funcionarios de ambos países coincidieron en que la misión refleja un esfuerzo sin precedentes para proteger a las comunidades en ambos lados de la frontera.

Estados Unidos, al comprometerse a vigilar con mayor rigor el tráfico de armas que salen de su territorio, atiende por primera vez una exigencia histórica de México.

“NUNCA SE HABÍA LOGRADO UN ACUERDO DE ESTE TIPO”

Este fin de semana, durante su gira por Mazatlán, Sinaloa, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó ante más de 30 mil personas los resultados de la primera reunión del comité bilateral en materia de seguridad, destacando el carácter histórico del acuerdo alcanzado.

“Ahora queremos que por primera vez lo primero que se discuta son las armas que vienen de Estados Unidos a México.

Y ayer logramos un acuerdo de que Estados Unidos va a reforzar los operativos en Estados Unidos para controlar el paso de armas de Estados Unidos a México.

Nunca se había logrado un acuerdo de este tipo.

La soberanía es algo que nunca se va a negociar, jamás.

Es la esencia de la nación, es la esencia del pueblo de México”, afirmó la mandataria desde la Explanada del Centro de Convenciones.

Sheinbaum subrayó que la cooperación no implica ceder soberanía, sino consolidar un marco de respeto mutuo que coloca en el centro la seguridad de los ciudadanos.

Asimismo, reiteró que su gobierno mantiene un compromiso con la Estrategia Nacional de Seguridad, cuyos cuatro ejes —atender las causas, reforzar la presencia institucional, coordinación intergubernamental y combate a la impunidad— siguen aplicándose en estados como Sinaloa.

La mandataria recordó que el Gabinete de Seguridad Federal visita la entidad cada 15 días para dar seguimiento a la situación de violencia y coordinarse con el gobierno local.

A la par, Sheinbaum anunció apoyos sociales y programas productivos en beneficio de pescadores, campesinos y jóvenes, como parte del enfoque integral de su gobierno para reducir la violencia a partir del fortalecimiento del tejido social.

CORTAR DE RAÍZ EL TRÁFICO DE ARMAS

La puesta en marcha de la Operación Cortafuegos marca un punto de inflexión en la cooperación entre México y Estados Unidos.

Para el gobierno mexicano, el verdadero éxito dependerá de que se traduzca en mayores decomisos dentro de México y, sobre todo, en la reducción efectiva del flujo de armas desde el norte.

Expertos en seguridad han señalado que la violencia generada por los cárteles no puede explicarse sin la disponibilidad casi ilimitada de armas provenientes de la frontera.

De ahí la importancia de que la prioridad del acuerdo sea, por primera vez, el control del tráfico de armamento.

Si la implementación logra avanzar en la práctica —con inteligencia compartida, procesos judiciales sólidos y decomisos más frecuentes—, la Misión Cortafuegos podría convertirse en el mecanismo más relevante en décadas para frenar el poder de fuego de las organizaciones criminales en México.

Por lo pronto, el anuncio representa un reconocimiento explícito de que la violencia en México y la laxitud en la regulación de armas en Estados Unidos forman parte de un mismo problema.

Y que sólo a través de acciones conjuntas y coordinadas se puede aspirar a debilitar la capacidad operativa de los cárteles y avanzar hacia una región más segura y próspera.

El Independiente / Redacción     Fotos: EFE.

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