La marcha de la Generación Z en el Zócalo de la Ciudad de México derivó este sábado en enfrentamientos entre un grupo de manifestantes encapuchados y elementos de la policía capitalina, luego de que los inconformes derribaran varias vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional. Las acciones violentas se extendieron por más de dos horas y provocaron el uso de gas lacrimógeno y extintores para contener a los participantes.
De acuerdo con los primeros reportes, jóvenes encapuchados treparon las vallas y comenzaron a golpearlas con martillos, alicatas y esmeriles con el objetivo de abrir paso hacia el edificio federal. En respuesta, los policías lanzaron gas y polvo de extintor desde el interior del cerco. Durante los choques también se registraron detonaciones de cohetes y el lanzamiento de piedras y esferas en llamas.
Mientras un sector de los asistentes golpeaba las estructuras metálicas entre gritos de “sí se puede”, otros participantes de la Generación Z intentaron frenar los actos violentos con consignas como “no me representas” y “fuera encapuchados”. La división entre grupos se mantuvo a lo largo de la confrontación, aunque la preocupación por la amenaza que representaban los presuntos francotiradores en el techo de Palacio Nacional fue por parte de todos.
La presión sobre el cerco aumentó después de que los manifestantes lograron remover una valla de tres metros de altura y, minutos más tarde, desprender dos placas más del costado derecho de Palacio Nacional. Desde el interior, los elementos de seguridad reforzaron el muro policial y formaron una segunda línea de contención con escudos para impedir que los inconformes avanzaran.
En medio del ambiente tenso, la escena se acompañó de consignas como “el pueblo unido jamás será vencido”, “Morena va a caer” y “revolución”, además de música que algunos asistentes reproducían con bocinas.
Incluso, un incidente aislado ocurrió cuando una persona fue acusada de robar un celular y fue golpeada por varios manifestantes.
Hacia las 13:40 horas, un grupo de policías antimotines salió del perímetro para intentar dispersar a los inconformes, pero la multitud los replegó. Algunos jóvenes incluso lograron arrebatar escudos a los uniformados. Pasadas las 14:00 horas, ya se había retirado prácticamente la mitad de las vallas metálicas colocadas frente al inmueble.
Minutos después, otra sección de nueve vallas fue desprendida completamente y arrastrada hacia el centro del Zócalo, lo que dejó un amplio acceso libre en el lado sur. A pesar de ello, los policías mantuvieron la línea para evitar el ingreso a Palacio Nacional.
A las 14:45 horas, los inconformes retiraron otro fragmento del cerco metálico, dejando solo una parte del edificio resguardada. Aunque la tensión bajó por momentos, el uso de gas irritante provocó que la gente se replegara temporalmente, para luego reagruparse en la plancha del Zócalo.
La movilización continúa bajo vigilancia reforzada ante el riesgo de nuevos intentos de ingreso al recinto federal.
El Independiente





