La marcha de la Generación Z convocada este sábado en Ciudad de México derivaron en uno de los episodios más tensos recientes en el Zócalo, donde grupos de manifestantes intentaron derribar las vallas que resguardan Palacio Nacional, provocando enfrentamientos con elementos de la policía capitalina. La presencia de gases lacrimógenos, polvo de extintor y artefactos detonados por encapuchados marcó los momentos más críticos de la jornada.
Ambas movilizaciones partieron del Ángel de la Independencia y compartieron ruta y horario. Aunque las convocatorias fueron distintas, coincidieron en consignas contra Morena y en la reivindicación de la figura del alcalde asesinado de Uruapan, Carlos Manzo, cuyo nombre se escuchó de manera constante entre los contingentes. A su llegada al Zócalo, la tensión escaló cuando grupos encapuchados comenzaron a golpear la valla metálica con martillos, tubos, alicatas y esmeriles para intentar abrir paso hacia el edificio federal.

Desde el interior de las barreras, policías respondieron con la dispersión de gas y polvo, mientras entre los manifestantes se escuchaban consignas como “sí se puede”, “fuera Morena” y “Carlos no murió, el gobierno lo mató”. Otros asistentes, incluidos jóvenes de la misma Generación Z, reprobaron los actos violentos y gritaron “no me representas” y “fuera encapuchados”, lo que evidenció una marcada división dentro de la protesta.
Durante el avance por Paseo de la Reforma, cientos de personas portaron sombreros blancos, banderas de México —algunas con una calavera sonriente, símbolo tomado del anime One Piece y adoptado por la Generación Z Internacional— Entre los asistentes también estuvieron figuras de oposición quienes se sumaron a las consignas contra el gobierno federal.

La tensión aumentó cuando los inconformes lograron abrir una rendija en la valla, lo que desató una respuesta inmediata por parte de la policía con mayor uso de gas irritante. Minutos después, los encapuchados derribaron una valla de tres metros y retiraron dos placas metálicas adicionales del costado derecho de Palacio Nacional. Esto desencadenó un segundo muro de policías con escudos para impedir el ingreso al recinto.
Entre la multitud también se registraron denuncias de robos y agresiones. Un hombre acusado de sustraer un celular fue golpeado por un grupo de manifestantes. Además, asistentes reportaron abusos policiales, golpes y pérdidas de objetos durante los intentos de dispersión.

En la plancha del Zócalo, la jornada estuvo acompañada por música y por consignas políticas. A pesar de momentos en los que la calma parecía regresar, grupos encapuchados continuaron golpeando las estructuras metálicas con herramientas e incluso utilizaron una cortadora eléctrica para intentar derribarlas.

Con el paso de los minutos, los contingentes se replegaron parcialmente, aunque las confrontaciones se extendieron por más de una hora. La policía capitalina mantuvo el cerco e incrementó la vigilancia ante el riesgo de nuevos intentos de derribo de las vallas o ingreso al edificio federal.
El Independiente / Redacción Fotos: cuartoscuro.com





