- Un año más de vida, una victoria, y cada fiesta una caricia al alma
Para la mayoría de las familias, un cumpleaños es una fecha especial, para los niños que luchan contra el cáncer celebrar un año más de vida no es solo un motivo de alegría: es un símbolo de resistencia, esperanza y amor.
Yusi Dzib Echeverría, presidenta de Fundación Aitana, explicó que a partir de este año se empezaron a organizar cada bimestre las fiestas de cumpleaños para los pequeños guerreros y sus hermanitos un proyecto que impulsó Eloísa Mena Ocariz, madre de Luca, un niño que enfrenta la lucha contra el cáncer infantil.
Indicó que la Fundación Aitana le informa a Eloísa quiénes son los pequeños que cumplen años ese bimestre y ella, junto con su amiga Fernanda, son quienes se encargan de gestionar todo lo necesario para que las fiestas sean inolvidables, que más que una fiesta con obsequios es decirles a los pequeños guerreros: ‘Tu vida importa, tu lucha vale, y no estás solo’”.
“El cáncer no solo afecta al cuerpo, también sacude el alma. Pero los niños no dejan de soñar. Cada cumpleaños es un triunfo”, dice Eloísa, mientras comparte detalles del proyecto que ahora organiza junto a su amiga y que hasta ahora han logrado realizar tres fiestas apadrinando a 40 niños y adolescentes.
Eloísa Mena dijo que ambas se encargan de gestionar todo lo necesario para las fiestas, desde encontrar padrinos que donen regalos personalizados, hasta reunir inflables, piñatas, dulces, comida, pasteles y entretenimiento, todo sucede en el Jardín Kii, un espacio que se ha convertido en un oasis de alegría y esperanza para las familias que enfrentan esta dura batalla.
Comentó que además de los cumpleaños infantiles, este año organizan por primera vez una fiesta de 15 años para los adolescentes de la fundación, son cuatro jovencitas y ocho varones que participarán como chambelanes, en donde gracias al apoyo de madrinas y padrinos solidarios ya se han conseguido vestidos, trajes tipo guayabera, y parte del ajuar.
Cabe comentar que detrás de este proyecto también hay una historia personal. “Hace cinco años perdí a mi mamá por cáncer”, confiesa Eloísa con la voz entrecortada. “En lugar de convertir esa fecha en un recuerdo doloroso, decidí transformarla en una celebración de vida, por esa razón la fiesta de 15 años será el mismo día del cumpleaños de mi mamá en octubre.
Aún faltan algunos detalles, pero el entusiasmo y compromiso de quienes apoyan esta causa hacen pensar que todo estará listo a tiempo, recalcó que la meta es clara: que ningún niño con cáncer se quede sin celebrar su vida, sin importar las circunstancias, reafirmando que cada pequeño merece sonreír, jugar, y sentirse especial.
