Autoridades municipales entregaron hoy el primer Certificado de Inclusión a un negocio de la localidad, como parte del programa de acreditación para profesionales de la industria turística y restaurantera, orientado al trato digno y de calidad hacia la comunidad LGBTTTIQ+, denominado “Puerto de Inclusión”.
Se trata del restaurante “Lola y Moya”, ubicado en el Casco Antiguo, que asumió el compromiso de promover el respeto a los derechos humanos y la igualdad de oportunidades; implementar un reglamento cien por ciento inclusivo, y establecer reglamentos y protocolos de actuación ante situaciones vulnerables.
También establecer indicadores para medir la mejora continua en temas de inclusión laboral para garantizar los derechos de las personas LGBTTTIQ+; implementar un buzón amigable; diseñar, apoyar y participar en actividades para la promoción de los derechos LGBTTTIQ+ en la esfera pública; realizar acciones de sensibilización, educación y capacitación al interior de la empresa sobre diversidad, equidad e inclusión, y establecer un lenguaje inclusivo con perspectiva de género, entre otros compromisos.
Autoridades comentaron que el certificado es un compromiso de trato respetuoso, digno y equitativo hacia los clientes y empleados independientemente de su orientación sexual, identidad y expresión de género. El objetivo es cero tolerancia a cualquier tipo de acoso, intimidación, burla, amenaza, señalamientos o agresiones físicas o psicológicas.
En este contexto, reconocieron el trabajo de todo el personal del negocio por impulsar el movimiento de inclusión en el municipio, que nació en el Cabildo de Puerto Morelos, con la iniciativa del regidor José María Vera Uribe, y el respaldo de la Dirección de la Diversidad Sexual.
Expusieron que el obtener dicho certificado no se trata de un tema de moda, sino que es un movimiento legítimo, dirigido a promover el respeto de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades para todos los sectores de la sociedad.
Ivett Ramos, propietaria del negocio, refrendó su compromiso de hacer que todas las personas que acudan al restaurante se sientan como si estuvieran en casa.
