Elecciones y narco. ¿Cómo cambiará el mapa?

por Redaccion
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  • Con la captura de “peces gordos” y fracciones de diversos grupos delincuenciales, la reconfiguración del crimen organizado podría ser excepcionalmente brutal este año

Las elecciones del 2 de junio de 2024, no solo determinará la próxima Presidencia, sino que también renovará el Congreso y ocupará puestos locales y estatales de vital importancia. Sin embargo, este crucial ejercicio democrático está amenazado por la sombra creciente de la violencia ligada al narcotráfico, que se anticipa como una respuesta a los cambios inminentes.

En este próximo contexto electoral, el informe “Perspectivas del País de México para 2024” del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, subraya la complejidad de la situación, pues mientras los votantes ejercen su derecho democrático eligiendo nuevos líderes, los grupos criminales buscan preservar o expandir su influencia y proteger sus operaciones ilícitas. Este reportaje fue originalmente publicado por Infobae México.

Según el informe del Instituto Baker, la violencia será más pronunciada en áreas donde los candidatos en ejercicio sean más débiles y estén en riesgo de ser derrocados. Esto se debe a que los cambios en el poder de los partidos políticos interrumpen los acuerdos político-criminales existentes.

La preocupación se intensifica ante la posibilidad de que los grupos delictivos busquen influir en el proceso electoral mediante asesinatos y amenazas a candidatos, como ya se ha evidenciado con los primeros asesinatos de aspirantes durante el periodo de precampañas.

Uno de los aspectos que añade complejidad a esta situación es la lucha en curso contra el narcotráfico, que podría desencadenar una disputa violenta por el control territorial y las rutas de tráfico. Tras los recientes arrestos de líderes clave del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se prevé que la competencia entre facciones pueda aprovechar la vulnerabilidad percibida de estos grupos para intentar apoderarse de sus operaciones.

A pesar de los golpes recibidos, se espera que el Cártel de Sinaloa y el CJNG continúen dominando el panorama criminal. Los ingresos provenientes del tráfico de drogas sintéticas y los flujos migratorios alimentan la violencia y otorgan estabilidad financiera a estos grupos, según el estudio.

La complejidad del crimen organizado en México ha evolucionado hacia estructuras más integradas horizontalmente, administrando células que operan en todo el país y están involucradas en una amplia gama de ilícitos.

La reconfiguración del crimen organizado podría ser excepcionalmente brutal en 2024, según InSight Crime. La violencia política grave con un alto grado de impunidad se vuelve más probable debido a la nueva estructura y la multiplicidad de actividades criminales, según Tony Payán del Centro para Estados Unidos y México en el Instituto Baker.

La violencia política no es nueva en México, con más de mil incidentes violentos registrados contra funcionarios del gobierno local entre 2018 y 2022. En 2024, la muerte de varios candidatos destaca la peligrosidad de este ciclo electoral, especialmente en un año de elecciones históricas en el que los legisladores podrán optar por la reelección por primera vez.

La administración saliente de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha marcado su sexenio con la detención de prominentes líderes del narcotráfico, a pesar de su política de “abrazos, no balazos” y su negativa a capturar a “peces gordos”. Sin embargo, estas acciones podrían haber creado un vacío de poder que los grupos emergentes o rivales busquen llenar.

Además, la corrupción gubernamental sigue siendo un componente clave en la perpetuación de delitos como la extorsión, el robo de combustible y los secuestros, todas importantes fuentes de ingresos para los grupos criminales, según Payán. Asegurarse la complicidad oficial es esencial para que estos grupos puedan operar sin obstáculos.

Redacción Más / IA     Con información de Infobae México

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