Lo que se vio en la marcha que no se vio

por Redaccion
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Columna: Indicador Político     Carlos Ramírez     Foto: Raúl Urbina/El Independiente carlosramirezh@elindependiente.com.mx

La marcha mostró de manera muy evidente la ausencia de jóvenes, y el perfil social de los asistentes fue muy claro: clase media alta beligerante y clase media-media en ascenso, con características urbanas, y anti-López Obrador, a quienes hay que preguntar si votarán festivos por el PRIANREDE y los candidatos de Alito, Marko Cortés y el excomunista de Zambrano

1.- Al exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, se le quemaban las habas para meterse de lleno en la política militante antilopezobradorista. El tono de su discurso el pasado domingo 18 de febrero arrancó con un primer párrafo de arenga al estilo chavista-madurista-lopezobradorista. Este comportamiento explica por qué Córdova le dio el perfil anti-López Obrador al INE, y utilizó recursos públicos para polarizar la política entre neoliberales y populistas.

2.- El perfil social de los asistentes a la marcha fue muy claro: clase media alta y clase media-media en ascenso, con características urbanas, y sobre todo capitalinas y todos, con el común denominador anti-López Obrador.

3.- La marcha mostró de manera muy evidente la ausencia de jóvenes, la presencia cada vez más creciente de un antilopezobradorismo patológico y la confluencia de la clase media sin partido con personalidades políticas destripadas de los partidos, renegados del lopezobradorismo y opositores rabiosos.

4.- A pesar de la masiva asistencia que fue reiteración de los mismos que participaron en dos marchas anteriores, no se perfilaron características que pudieran dejar la impresión de que se estaría formando un tsunami electoral contra Morena, en tanto que las expresiones de protesta en provincia y en el extranjero fueron menores y no alertaron alguna articulación coherente.

5.- La gran pregunta que quedó en el aire en el Zócalo es muy sencilla de explicar: la clase media no politizada sino apenas beligerante contra López Obrador tendrá conciencia de que el próximo domingo 2 de junio tendrá que votar por una desdibujada candidata opositora panista y sobre todo por las figuras más relevantes del viejo priismo y el viejo panismo que no alcanzarían a construir una verdadera oposición. En pocas palabras, hay que preguntar si la clase media beligerante del domingo votará festiva por los candidatos de Alito, Marko Cortés y el excomunista de Zambrano, o lo hará tapándose las narices.

6.- Una cosa es el desánimo social por López Obrador convirtiéndose en animosidad personal que todavía no genera capacidad de movilización militante más allá de ir a la urna a votar y otra cosa, la polarización artificial que está profundizando el presidente López Obrador para endurecer más el voto morenista.

7.- De modo natural, el exconsejero presidente Córdova –que llegó al INE como parte de un acuerdo político Peña Nieto-PAN en el contexto del Pacto por México– desplazó a la gelatinosa Xóchitl Gálvez Ruiz del ánimo político-electoral, porque la candidata opositora no entendió la lógica estratégica de la marcha ni supo construir una explicación política a su negativa a asistir. En los hechos, Córdova quedó más en el ánimo opositor que la candidata que el dio más peso político a su encuentro sentimental con el Papa que a una marcha opositora.

8.- Si algo dejó el discurso de Córdova fue la expresión de los primeros indicios de que la estrategia antilopezobradorista tendrá la única expectativa de influir en las elecciones, sólo a través de la anulación del proceso electoral en los tribunales, ya sea denunciando presuntas irregularidades que exagerando la intervención de bandas del crimen organizado.

9.- En términos estrictos, el efecto político de la marcha del domingo pasado no mostró características de un reacomodo político-electoral a nivel nacional, sino solamente perfiló efectos electorales que se resentirán en la elección de jefe de gobierno capitalino, pero sobre todo en la votación por alcaldes. El presidente López Obrador y la candidata oficial Claudia Sheinbaum Pardo no parecen preocupados por la falta de fuerza político-electoral de la candidata capitalina Clara Brugada ni por recomponer las candidaturas morenistas a alcaldías donde el PAN aparece mucho más fuerte.

10.- Las tres marchas masivas de la autodenominada ola rosa han llenado el Zócalo, pero no han perfilado una estrategia homogénea de tipo electoral, tampoco se están identificando con la figura personal de Gálvez Ruiz y menos aún sus asistentes parecen convencidos de que al final tendrían que votar por el PRI, el PAN o el PRD para derrotar a la candidata de López Obrador. El PRIANREDE no alcanzará a capitalizar el descontento.

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Política para dummies: la política se mueve por decisiones, no por sentimientos.

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