- Antes era un salón de eventos llamado Ashanty y antes aún “Corporativo Jaguar”, del ex alcalde Gregorio Sánchez Martínez
Rafael pascual
Otra vez el humo, otra vez el fuego, otra vez el mismo predio. A las 08:35 de la mañana, el 911 recibió el reporte: un edificio en desuso, ubicado en la Supermanzana 69 sobre la avenida José López Portillo, ardía en llamas.
Las unidades 952, 954 y 950 del Cuerpo de Bomberos se movilizaron de inmediato. Al llegar, encontraron el inmueble de dos niveles —antes salón de eventos Ashanty y antes aún “Corporativo Jaguar”, del ex alcalde Gregorio Sánchez Martínez— en libre combustión.
Tras intensas maniobras, lograron sofocar el incendio y continúan las labores de enfriamiento y remoción de escombros, así como la búsqueda de posibles víctimas, ya que el lugar es refugio de personas en situación de calle.
No es la primera vez. El 24 de octubre de 2024, este mismo edificio también fue consumido por el fuego. En aquella ocasión el siniestro movilizó a cuerpos de emergencia durante más de 40 minutos y provocó que vecinos y colectivos denunciaran públicamente las condiciones de abandono en las que se encuentra desde 2014.
El predio se había convertido en un basurero y guarida de indigentes conocidos como los “Tazos Dorados”, quienes merodean la zona en busca de desechos y materiales para revender.
A pesar de esos antecedentes, el sitio nunca fue asegurado ni vigilado. Hoy, un año después, la historia se repite en las mismas paredes ennegrecidas y bajo la misma amenaza: de que un nuevo incendio se propague hacia propiedades vecinas o cobre víctimas humanas.
Mientras los Bomberos piden a la ciudadanía prevenir incendios evitando arrojar basura o materiales inflamables en terrenos baldíos, vecinos insisten en que el verdadero problema es la omisión de las autoridades, que mantienen este inmueble abierto y en total abandono.
