Ambientalistas y científicos piden consulta sobre el tramo 5 del Tren Maya

por Redaccion
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El cuidado del acuífero, elemento crucial en la península de Yucatán, señalan

La Jornada Maya/Rosario Ruiz Canduriz Foto: Juan Manuel Contreras

Arqueólogos, maestros en ciencias, biólogos, ambientalistas, espeleólogos e investigadores lanzaron un posicionamiento público dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador en el cual solicitan una consulta sobre el proyecto Tren Maya.

Señalan que la base para un crecimiento sustentable de la Península de Yucatán debe estar firmemente enraizada en el respeto al medio ambiente, el cuidado del acuífero, elemento crucial en la Península, y la protección de la riqueza sociocultural y de toda la biodiversidad.

“Exhortamos al señor presidente a que, en línea con sus políticas declaradas de transparencia, honestidad, y apego a la ley, y dadas la evidente fragilidad y riqueza natural del tramo 5 Norte y Sur de la obra se apegue a las leyes vigentes que determinan la realización de una consulta previa e informada con los pueblos y comunidades originarias que serán afectados, de conformidad con el convenio 169 de la OIT y la obtención de su consentimiento explícito, tanto como las manifestaciones de impacto ambiental de todo el territorio comprendido en el proyecto, y que el trazo sea planeado tomando como base los factores descritos en este manifiesto, y no solamente factores abióticos o económicos”, destaca el documento hecho público este lunes.

Los firmantes de este posicionamiento invocan el derecho al medio ambiente, que se instituyó en el texto del artículo 4 constitucional en 1999, estableciendo que: “toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar”.

La zona sobre la cual se realizará la obra -mencionan- comprende más de 50 municipios de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, donde viven actualmente diversos grupos originarios y es una de las zonas más biodiversas del mundo, es el segundo pulmón forestal más extenso de América Latina después de la Amazonia.

“Manifestamos nuestra preocupación específicamente en el tramo 5 Norte y Sur debido a que el nuevo trazo particularmente tendrá graves efectos, como: Fragmentación del territorio, Agotamiento y contaminación del acuífero de la Península de Yucatán, Extinción de flora y fauna, Generación de residuos y Materiales para construcción, pues para la construcción del Tren Maya se necesitarán grandes cantidades de material pétreo, eso también generará un impacto negativo en las zonas donde se encuentren las canteras de donde este material sea extraído, lo cual probablemente sea en sitios locales”, detalla el texto.

A los expertos les preocupa que las obras propuestas acrecienten la fragmentación y la pérdida de conectividad ecológica entre las áreas de conservación, favoreciendo la reducción de la cobertura boscosa, el aislamiento de las poblaciones de flora y fauna, la interrupción de los corredores biológicos, el cambio de microclimas y la transformación del hábitat.

El derecho de vía para una obra como la que se pretende construir, aseguran, determina la remoción de una inmensa cantidad de vegetación primaria y secundaria que hoy da albergue a cientos y probablemente miles de especies que ya enfrentan graves riesgos de extinción.

El tramo 5 Sur, que comprende de Playa del Carmen a Tulum, pasará encima o aguas arriba de varios sistemas de cuevas como: Sac Mul, Angry Wasp, Pixan Bel, Pool Tunich, Jaguar Paw, Chango Místico, Ponderosa, Minotauro, Oxbel Ha, Sac Actun, Dos Ojos y Xunan Ha. Entre los sistemas mencionados se encuentran las dos cuevas semi-inundadas más extensas de la Península de Yucatán y el sistema de cuevas inundadas más extenso del mundo.

En total Quintana Roo Speleological Survey reporta que se han mapeado más de 1650 kilómetros de cuevas inundadas y de 360 kilómetros de cuevas semi-inundadas; sin embargo, de acuerdo con expertos estos sistemas de cuevas son solo una característica visible que puede representar solamente 10 por ciento de una red de conductos interconectados que transportan y almacenan el agua dulce que sustenta toda la vida, los ecosistemas y las actividades turísticas de la región.

“El proyecto del Tren Maya impactará en forma negativa al causar una total deforestación, ya que tan sólo este tramo que comprende 120 kilómetros entre Cancún y Tulum se talarán árboles de diversas especies como el árbol de ramón, cedro, ciricote, chico zapote, ceibas, caobas, distintas especies de palmas y vegetación asociada a humedales, provocando la fragmentación y la pérdida de hábitat a especies prioritarias para la conservación y en peligro de extinción como el jaguar, cuya distribución se divide en zonas llamadas ARCJ (áreas regionales para la conservación del jaguar) como el corredor Yum BalamSian Ka´an y un gran número de ejidos que forman parte de las selvas de Quintana Roo. Se afectará a distintas especies de reptiles como tortugas, iguanas, serpientes y cocodrilos, muchas especies de murciélagos, aves residentes y migratorias, entre otras”, explican.

Por último hacen énfasis en que la Península de Yucatán no tiene un sistema de recolección de residuos capilar, sino que en muchos municipios los habitantes queman los residuos al aire libre.

Asimismo, no cuenta con un sistema de alcantarillado eficiente y en funcionamiento en todos los municipios, siendo las descargas de aguas residuales uno de los principales problemas de contaminación del agua subterránea en la península: “el Tren Maya y las obras conexas no solamente producirán residuos en su construcción, sino que en su funcionamiento pretenden desplazar millones de turistas y otras miles de personas que generarán más residuos”.

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