China impone sanciones a Taiwán e inicia ejercicios militares sin precedentes

por Redaccion
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La respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, llegó por parte del gobierno chino, anunciando una serie de represalias comerciales contra Taipéi, entre las cuales se incluye el bloqueo a las exportaciones de arena natural, componente básico en la fabricación de semiconductores, sector en el que la isla es líder mundial. Asimismo, se puso en pausa la construcción de una planta de producción de baterías de litio que suministraría a empresas como Tesla o Ford, y ha trascendido que varios proveedores de Apple suspendieron sus envíos.

Además, el Ejército Popular de Liberación de China estableció ejercicios con fuego real en las cercanías de Taiwán de ayer 4 de agosto, hasta el 7 de agosto, en un hecho sin precedentes por su magnitud.

Pekín reclama la isla como territorio propio y ha tomado el viaje de la líder parlamentaria, el de más alto rango de una autoridad estadounidense a Taiwán en 25 años, como una grave afrenta.

Poco después del aterrizaje de Pelosi en Taipei, los medios chinos anunciaron el ejercicio militar con la prohibición de que todos los barcos y aviones civiles ingresen a las regiones próximas al lugar.

CERCO ECONÓMICO EN PUERTA

Las sanciones ya habían comenzado desde el martes, cuando medios locales de Taiwán ya daban por hecho la visita de Pelosi y China respondió a través de la negativa de importación de diversos productos alimenticios y agrícolas bajo el argumento de que violaban “regulaciones importantes” sobre registro de empresas.

Inicialmente, China impuso sanciones comerciales a Taiwán al prohibir la importación de cítricos, brotes de bambú congelados y dos tipos de pescado procedentes de ese territorio, así como la exportación de arena a la isla, pero había evitado perturbar una de las relaciones tecnológicas y de fabricación más importantes del mundo, teniendo en cuenta el alto nivel de integración económica entre Beijing y Taipéi.

Sin embargo, aunque el régimen de Xi Jinping intente castigar a la que considera una provincia rebelde, la integración económica es tal que sería inevitable afectar a la población de China continental.

Por lo pronto, el sector más afectado es el de la agricultura y los pequeños fabricantes del país afincados en el sur de la isla, bastión electoral de la presidenta Tsai Ing-wen, con la esperanza de afectar su imagen para los comicios de noviembre. El Consejo de Agricultura de Taiwán confirmó que el nuevo veto afectaba a empresas productoras de té, frutos secos, miel, granos de café y cacao, condimentos, dulces y vegetales, así como a las capturas de unos 700 barcos pesqueros.

Si bien son sectores de menor importancia económica para China continental, el régimen también debe calcular el efecto negativo que podría tener sobre el Partido Comunista chino. Tal es así que para las medidas anunciadas este miércoles se usó como argumento el supuesto hallazgo de trazos de COVID en las importaciones.

MINA DE MICROCHIPS

Taiwán, que produce la mitad de los chips procesadores del mundo y tiene una tecnología que el continente no puede igualar, dijo que las ventas a las fábricas chinas aumentaron un 24.4%, hasta $104 millones de dólares, por lo que China ha sido cauteloso a la hora de imponer alguna sanción en el sector.

Cabe destacar que Taiwán desempeña un papel muy importante en la industria de los chips para una isla de 24.5 millones de habitantes, más de la mitad de la oferta mundial. Sus productores, entre ellos Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp, fabrican los procesadores más avanzados para teléfonos inteligentes, tabletas, dispositivos médicos y otros productos.

Sin embargo, Beijing ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de su propia industria, que suministra chips de gama baja para automóviles y electrodomésticos, pero no puede soportar los últimos smartphones, tabletas, dispositivos médicos y otros productos.

Los chips son la mayor importación de China, con más de $400 mil millones de dólares al año, por delante del petróleo. Esta concentración ha alimentado la preocupación de Estados Unidos y Europa por depender demasiado de los suministros de Asia oriental. El gobierno estadounidense está tratando de ampliar su capacidad de producción, sin que lo haya logrado del todo hasta el momento.

En general, China es el mayor socio comercial de Taiwán, y lleva más del doble de sus exportaciones que Estados Unidos, el segundo mercado exterior de la isla.

Beijing ha intentado utilizar el acceso a sus mercados para socavar a Tsai y a otros líderes taiwaneses a los que acusa de perseguir la independencia. Taiwán, con quien el país norteamericano no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EEUU, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.

FUERZA MILITAR EN CHINA MUESTRA SU PODERÍO

Una vez que Nancy Pelosi dejó Taiwán, los ejercicios militares chinos se incrementaron con “disparos en vivo de largo alcance en el Estrecho de Taiwán”, según el ejército.

“Esta acción está dirigida a la reciente e impactante escalada de Estados Unidos en el asunto de Taiwán”, aseguró un portavoz militar en un comunicado.

También aseguró que es una seria advertencia para las fuerzas independentistas taiwanesas o para aquellos que buscan la independencia”.

De momento se han observado incursiones aéreas chinas en las cercanías de Taiwán, acciones con las que el gobierno de Xi Jinping suele mostrar su fortaleza militar en situaciones de tensión.

El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán indicó que 21 aviones chinos ingresaron el martes a la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán (ADIZ).

Entre las aeronaves se cuentan 10 Shenyang J-16, uno de los cazas más avanzados de China.

Además, el Ejército Popular de Liberación ya realiza importantes ejercicios militares y actividades de entrenamiento en las áreas marítimas y el espacio aéreo de China, exhibiendo su poderío armamentístico.

Sin embargo, si bien el informe anual del Pentágono de 2021 sobre la República Popular China, señaló que ha construido la armada más grande del mundo en número de embarcaciones, dijo que “un intento de invadir Taiwán probablemente ejercería presión sobre las fuerzas armadas de la República Popular China e invitaría a intervención internacional”. Por lo tanto, incluso “si las fuerzas chinas llegaran a la costa de Taiwán, las dificultades de la guerra urbana “hacen que una invasión anfibia de Taiwán sea un riesgo político y militar significativo para Xi Jinping y el Partido Comunista Chino”, dice el informe del Pentágono.

Lo que sí es real es que el ejército chino comenzó con maniobras militares sin precedentes alrededor de Taiwán, traducidas a un “bloqueo marítimo y aéreo”.       El Independiente/Redacción

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