Prevaleció la tolerancia en pro de la sana diversión en el segundo día del Vive Latino

por Redaccion
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  • En el encuentro destacó la buena vibra

Diversión y “buena vibra” se generaron en la segunda jornada de la edición 23 del Festival Vive Latino, en la que Tokyo Ska Paradise Orchestra sacudió al Foro Sol, en el mismo escenario donde los Red Hot Chili Peppers dejaron su indeleble y alucinante huella.

La orquesta japonesa prendió con su estilo skasero a un exigente público, que los pedía desde antes de que pisaran el escenario Indio.

Lograron que círculos de baile se formaran y los frenéticos movimientos corporales afloraran en la explanada, mientras la cerveza –que al parecer lo era– surcó los aires “para refrescar”, a los que estaban más próximos a la orquesta, según contó uno de los asistentes, que solidario arrojó su bebida de 160 pesos.

Al iniciar la jornada dominical, el público que deambulaba en los alrededores del inmueble disfrutó tomándose selfis, charlando, comprando bebidas y souvenirs, sobre todo playeras de los intérpretes de Californication y Otherside.

Recién comenzó la programación, la gente empezó a aglutinarse en el escenario principal para disfrutar de la banda Insurpipol, que abrió la jornada. Estuvo acompañada por Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó.

Los ánimos no disminuyeron, pues en las pantallas aparecieron los integrantes enmascarados de Lost Acapulco que, con la extravagante presencia de Silverio, pusieron a bailar con su especial ritmo y el surf rock a las personas, que se fueron sumando poco a poco hasta pedir a gritos a la orquesta japonesa de ska.

Cuando los asiáticos llegaron al escenario, captaron la atención con su prendido ritmo y buen ánimo. Conectaron al esforzarse para dirigise en español al respetable: “Viva México; cantemos juntos, muchas gracias”, dijeron los japoneses, mientras sus fans respondieron con el conocido grito: “!oeeee oeeeee oeeeeee oeeeeoeeee Tokyo, Tokyo!”

Después, la agrupación japonesa se dirigió a los medios de comunicación. Señaló: “Hemos visitado diversos países, pero cuando venimos a México por primera vez nos ha gustado cómo nos han recibido; ustedes nos prenden mucho”.

La jornada de ayer inició tranquila, pero pronto se puso festiva, trepidante, pues en los cinco escenarios surgió la música y sus diversos géneros. Mientras en El Parque, la Vive Feria, la Casa Comedy y los espectáculos de lucha libre ofrecieron otros atractivos.

Casi al anochecer, cuando Los Bunkers iniciaron su presentación, los apretujones y empujones se hicieron presentes y parecía generarían algún incidente, pero a pesar de todo y con chelas en mano, la sensatez y tolerancia prevalecieron en pro de la buena convivencia y la diversión.

También en algunos puntos, en torno a los escenarios, se colocó una especie de alfombra verde (como si fuera césped), donde grupos y parejas se acomodaron a gusto. También hubo hamacas que ofrecieron momentos de reposo a los jóvenes durante la tarde, que de soleada transitó a momentos de lluvia.

Otro aspecto que destacó, fue el comentario entre un grupo de amigos que navegaba entre la multitud sobre la iniciativa del Festival Vive Latino de ser sustentable, la cual comenzó hace 10 años reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, cero uso de unicel, no permitir agua embotellada en backstage y reciclando la basura. En esta edición, la asistencia fue de más de 80 mil almas por cada jornada.

Al domingo de charlas, baile, canciones y tragos se sumó la música de Allison, Amandititita, Bandalos Chinos, Los Pericos, Los Bunkers, Duki, Enjambre Plastilina Mosh, Real de Catorce y Vivir Quintana, esta última con su canto de amor y de reclamo de justicia para que en México se termine la violencia de género.       La Jornada/Ana Mónica Rodríguez      Foto: Facebook

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