“No al Tren Maya a costa del sistema de cenotes”: Camila Jaber

por Redaccion
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La activista y embajadora del Gran Acuífero Maya plantea en un video la preocupación de expertos ante el posible colapso de los suelos por el nuevo transporte y el aumento del turismo

El Universal

“Yo soy cenote. Estoy contaminado. Aguas residuales se filtran por el suelo hasta llegar a mí. Fertilizantes y químicos son mi mayor amenaza. Necesito tu ayuda…”, es un fragmento de lo que escribió Camila Jaber a raíz de su preocupación por los cenotes de la Península de Yucatán, que ahora corren más riesgo por la construcción del Tren Maya.

Camila Jaber nació el 12 de diciembre de 1995 en Ciudad del Carmen, Campeche. Desde pequeña tuvo contacto con los cenotes, en especial con El Pit, ubicado cerca de Tulum, Quintana Roo, porque fue ahí donde hace más de cinco años aprendió a hacer apnea o buceo libre, un deporte extremo que, de acuerdo con Deporte UNAM, consiste en la “suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua mientras se recorren largas distancias o se desciende hasta grandes profundidades”.

A lo largo de su incursión en los cenotes, Jaber ha descubierto escenarios a los que pocas personas tienen acceso, pero no sólo eso, también se ha percatado de la situación en la que se encuentran, por ello decidió escribir Yo soy cenote, que se puede escuchar en un video homónimo, mientras ella nada en un cenote, rodeada de todo un ecosistema subacuático que se ha visto invadido por aguas residuales, pero también por otros desechos.

Ese video realizado en conjunto con el fotógrafo Daan Verhoeven y el compositor Iván Rodríguez Expósito obtuvo el primer lugar en el concurso #CreateCOP26, una iniciativa con la que se “busca generar conciencia respecto a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático”.

La preocupación de Jaber sobre el sistema de cenotes y cuevas inundadas de la Península —catalogado como el más grande del mundo—, ha aumentado durante los últimos tres años, pues con esta administración se emprendió la construcción del Tren Maya y hace unos días se dio a conocer que habría cambios en el Tramo 5, que atraviesa por diferentes puntos de Quintana Roo.

“Ha aumentado la preocupación, porque el tren no pasará por la carretera, para ‘no molestar a nadie’, pero ahora pasará por un corredor biológico muy importante, sobre un tipo de suelo frágil, susceptible a los hundimientos, lo cual puede ser catastrófico. Desde que se planteó el Tren Maya ha habido un gran cuestionamiento, por toda la infraestructura que conlleva este megaproyecto en zonas que están todavía muy poco pobladas”, dice la ingeniera en Innovación y Desarrollo Sustentable por el Tecnológico de Monterrey.

La activista, durante una incursión en uno de los muchos cenotes que hay en la Península de Yucatán. Foto: María Paula Martínez. Por ejemplo, señala que alrededor de las estaciones se van a realizar nuevas construcciones, lo que implicará la llegada de turistas y locales. Aunado a ello y debido al tipo de suelo, se correrá el riesgo de colapsos en los cenotes y cuevas, lo que alterará diferentes ecosistemas.

“Lo que podemos perder (por el tren) es algo que ni dimensionamos. De las grandes pérdidas de nuestra generación y de la humanidad es que no sabemos ni lo que estamos perdiendo. Sabemos que hay especies que estarán extintas antes de que lleguemos a descubrirlas y ese temor está muy presente también en las cuevas de la Península de Yucatán, son lugares que falta mucho por explorar, se descubren zonas y rutas todos los días. Los buzos técnicos que se adentran nos dejan claro que aún falta mucho por descubrir”, indica.

La embajadora del Gran Acuífero Maya enfatiza que “no hace falta ser un experto” en mecánica de suelo para poder percibir la fragilidad del suelo donde se pretenden instalar las vías del tren. “Es una zona susceptible a colapsos —incluso se dan de forma natural— y la preocupación también es que pueda colapsar el tren.

Ahora bien, en la zona hay problemas desde hace ya mucho tiempo, lo que falta son soluciones, porque es una zona que está creciendo mucho, pero definitivamente la solución no es un tren que atraviese la selva, que para su construcción no se tiene contemplado todo lo que está perdiendo, sino que tiene una visión y objetivo de progreso a costa de todo. El progreso no tendría que ser a costa de la vida de sistemas”, sentencia Jaber.

Especialistas en diferentes disciplinas han criticado que el Tren Maya pase por encima de los cenotes y cuevas, pues son sitios donde, entre otras cosas, hay vestigios arqueológicos. “El nervio es que por la prisa, por apresurarse a hacer el proyecto y expedir permisos lo más rápido que se pueda —porque los proyectos del gobierno se convirtieron en tema de seguridad nacional— es que se haga mal o que se encuentre la solución más práctica, que es taladrar y llenar a los cenotes y cuevas de pilotes.

Ingenieros han comentado a los dueños de los predios donde pasará el tren que no habrá colapsos porque pondrán columnas dentro de las cuevas”, señala. Frente a ese panorama, Camila Jaber se ha sumado a la petición de change.org “No al Tren Maya sobre los cenotes y cuevas de Quintana Roo” e invita a las autoridades a que “vivan la experiencia” en los cenotes, se sensibilicen y, a partir de eso, tomen las decisiones, no antes. “En la zona hay problemas desde hace mucho tiempo, faltan soluciones, pero definitivamente la solución no es un tren que atraviese la selva”: Activista e ingeniera en Innovación y Desarrollo Sustentable, Camila Jaber.

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